Por Rodrigo Hernández
El puesto a dedo cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, está loco, deseoso, desesperado, porque acabe de terminar el mandato presidencial del norteamericano Donald Trump, para ver si coge un respiro.
Y es que desde que Donald Trump llegó a la presidencia de los EE.UU ha volcado todos sus esfuerzos en derrocar la insignificante revolución cubana, algo que ha tenido Díaz-Canel con la cabeza echando humo, según se pudo conocer en un reportaje de la televisión cubana.
Díaz-Canel contó para la televisión que el país está como está, por culpa de Donald Trump: “Ese colorado es una persona muy odiosa. Miren como tienen a nuestro país sin pollo, sin gasolina, con la gente destruida, sin casa, sin carro, sin poder entrar a los hoteles. Este país es pobre y miserable por culpa de ese señor, todas las trabas que existen en Cuba para producir alimentos, es por culpa del presidente de los EEUU, Donald Trump. Espero que para el año que viene salga de la presidencia de los EE.UU, para que vean los cubanos que la culpa no es nuestra, aseveró el mandatario cubano.
Quien lleva cinco años tomando pastilla y sin poder dormir por culpa de Donald Trump.
Por lo pronto Díaz-Canel exhortó a los cubanos a seguir sacrificándose por él y por la revolución y de paso hizo un llamado a no beber por estos días, no vaya a ser que en la borrachera, se tiren para la calle a pedir libertad, como en Caimanera.