Por Helena Álvarez
La dictadura cubana está esperando que un burro caiga en el pozo para de esa forma resolver la grave situación económica que está atravesando el país desde que hicieron el “reordenamiento” hace un año atrás, pero resulta que el burro está sentado frente al pozo y no se quiere mover.
Parece un disparate, pero no lo es. El burro no se ha querido mover desde que lo bajaron del camión en el que lo trajeron de Ciego de Ávila.
A un miembro del Buró Político del que no sabemos su nombre, se le ocurrió la idea de dejar caer a un burro en un pozo y así de esa forma resolver la crisis económica y la inflación que hay. Cuando el miembro del Buró Político dio la idea, la sala donde estaban reunidos se quedó en silencio y alguien comenzó a aplaudir mientras daban la orden de buscar el burro adecuado para tan patriota misión.
Buscaron candidatos por todo el país, hasta que encontraron al idóneo en Ciego de Ávila y lo trasladaron para el Consejo de ministros en la Plaza de la Revolución porque ahí es donde más se caen a mentiras en este país y bajaron al burro frente al pozo para lanzarlo por aquello de “un burro cayó en el pozo” pero bueno, el burro hasta ahora no se quiere mover y el régimen está desesperado porque ya no saben qué más hacer para resolver la crisis económica que ellos mismos generaron.
Por el momento se sabe que el burro salió disidente y que el lugar está fuertemente acordonado por dispositivos de seguridad, porque si los animalistas se enteran de lo que quieren hacer con el burro, no quedará ni raya, ni hijo de raya, ni nieto de raya en pie.