Por
Yannay Estrada
El
día de hoy fue expulsado uno de los jardineros que atendía el frente del Palacio
de la Revolución después de una visita sorpresa que realizara en horas de la
mañana el dictador Raúl Castro.
Según uno de los trabajadores del área de servicio, en lugar de bajarse del carro y entrar a Palacio, Raúl Castro decidió dar una vuelta por los alrededores del jardín mientras mantenía una acalorada llama telefónica que interrumpió de inmediato al encontrarse de frente con unas flores raras que se asemejaban al órgano reproductor masculino en estado de erección.
"Como
todo el mundo sabe aquí las visitas sorpresa nunca son sorpresa, por eso
nosotros estábamos todos en la entrada esperando al compañero Raúl para
saludarlo, como es su costumbre, por eso fue que pude ver todo lo que pasó en
ese momento", explicó el trabajador de Palacio.
"¿Tú
recuerdas la vez que el Comandante se desmayó en la tribuna del Cotorro? Pues algo
parecido fue lo que le pasó hoy al compañero Raúl, con la única diferencia de
que en aquella ocasión el Comandante no gritó, aunque lo del compañero Raúl hoy
me pareció más bien un gemido, pero puede que yo esté equivocado".
Agrega
el trabajador de Palacio que luego de que entraran a Raúl a la sala de
emergencias con que cuenta la instalación, llegaron unos agentes de la Seguridad
del Estado y se llevaron al jardinero.
"Pues
lo que pasó fue que al parecer Alberto, el jardinero, sembró unas orquídeas de tierra
en varios lugares de la parte del jardín que él atendía, pero cuando comenzaron
a crecer resultaron ser otra planta, y el pobre tuvo tan mala surte, que el día
que vienen a florecer se aparece el compañero Raúl y se desmaya frente a ella".
Según
el trabajador de Palacio, los agentes de la Seguridad del Estado le dijeron a
todo el personal en una reunión, que el dictador se desmayó producto de una
toxina que expulsa la planta cuando florece.
"Lo que aún no logro explicarme es por qué fue que gritó, o gimió, aunque puede que yo no haya escuchado bien".
Esta es una noticia en desarrollo a la cual le pretendemos dar seguimiento, porque conociendo el historial de los Castro, es muy posible que al jardinero lo acusen de terrorista, incluso, de ser un mercenario a servicio el gobierno de los Estados Unidos.