Por Julián Portales
Como parte del progresivo descoyuntamiento que se sucede en la alta cúpula de la dictadura cubana, se están llevando a cabo una serie de medidas con el fin de relajar tensiones entre la cada vez más irritada población de la Isla.
Según uno de nuestros corresponsales que trabaja en el Consejo de Estado, la propuesta que está a punto de aprobarse, de manera unánime y sin los votos del presidente designado Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro y José Ramón Machado Ventura, primer y segundo Secretario del Partido Comunista respectivamente, resultará en la eliminación definitiva de toda la fraseología que ha acompañado al sistema totalitario durante más de seis décadas.
“No será fácil al principio, reconoció el canciller Bruno Rodríguez Parrilla en la reunión a puertas cerradas. La culpa es del pueblo por haberlas aceptado en su seno todos estos años, pero la gente dejó hace rato de creer en eso, incluso nosotros, que las repetimos como papagayos, estamos cansados, y ustedes saben bien que yo no miento”.
“A partir de ahora se acabó la convicción profunda, el fervor revolucionario, el socialismo próspero y sostenible, la revolución invencible y victoriosa, la aberración esa de que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras, el somos continuidad y el concepto de Revolución lo quemamos mañana antes de nuestro habitual domingo en yate”, dijo el Primer Ministro.
“Y ahora, para concluir, sugirió el Ministro de Economía, vamos a pitear a ver quién se lo dice a los tres verracos que no están aquí”.