Por Lewis Balenciaga
Según fuentes oficiales la vacuna cubana Soberana 01, desarrollada por el Centro de Inmunología Molecular para erradicar la COVID-19, en estos momentos se encuentra en su segunda etapa de prueba.
Este reportero se trasladó hasta los alrededores de esa institución y logró conversar con uno de sus trabajadores, gracias a lo cual sabemos que el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel Sobrino Martínez, apodado recientemente El Sobrino de Jack el destripador, fue uno de los primeros sujetos de prueba que se bridaron voluntariamente para testar la vacuna.
"Ese día yo estaba en la puerta cuando llegó la comitiva donde venía el ministro, pero qué me iba a imaginar que venía para ponerse la vacuna", explicó el trabajador de Inmunología que dijo llamarse Osvaldo Arencibia.
Refiere Arencibia que él mismo escuchó al ministro decir que se encontraba en ese lugar dando el ejemplo como verdadero revolucionario, y que siempre que la revolución lo necesitara iba a poder contar con él.
"El explote aquí se dio al día siguiente de su programa en la Mesa Redonda. Cuando yo llegué aquí ese día ya esto estaba lleno de agentes de la seguridad, y lo primero que pensé era que había pasado algo en la zona especial, pero cuando le pregunté a mis colegas me dijeron que lo que pasaba era que la vacuna había provocado algunas reacciones adversas en uno de los sujetos de prueba, y más tarde supe que se trataba del ministro", refirió Osvaldo.
El verdadero problema en este caso fue la comparecencia del ministro en el espacio Radiotelevisivo Mesa Redonda, donde el pueblo cubano y el mundo, pudo verlo en lo que parecía un estado de embriaguez, lo que sirvió para justificar su nueva medida para hacer frente a la crisis alimentaria con tripas de res y cerdos, pero no para evitar la indignación de la población ante semejante desacierto.
Según Osvaldo, horas antes ya se habían reportado otros casos similares en el grupo de los que recibieron la vacuna el mismo día que al ministro.
"A un joven de 25 años lo encontraron sus familiares subido en el techo de la casa con un cuchillo en la mano intentando atrapar al gato para destriparlo, y a otro, un señor mayor de 50 años, lo reportaron luego de haberle sacado todas las tripas a los peces de la pecera de su nieto y habérselas comido".
Añade Osvaldo que al día de hoy ya suman 29 los sujetos de prueba que han presentado los mismos síntomas. Nuestro temor ahora es que el régimen quiera usar la nueva vacuna para hacer frente a la crisis alimentaria, y no para erradicar la pandemia de la COVID-19.