¡Todo estaba riquísimo!

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Por Rodrigo Hernández

 

¡Todo estaba riquísimo! exclamó Miguel Díaz-Canel muy excitado mientras se limpiaba la boca con el mantel de la mesa después de chupar por más de 20 minutos varias colas de langosta y Manuel Marrero se chupaba los dedos a pesar de que la Machi lo miraba repugnada. Esto sucedió en la clausura del Festival del Habano que estuvo aconteciendo durante toda la semana en el Club Habana y donde se reunieron millonarios cubanos, músicos, locutores, atletas para disfrutar de las bondades del socialismo cubano.

“Hacía mucho tiempo que no probaba unas langostas tan deliciosas” declaró Miguel Díaz-Canel quien tuvo que desabrocharse el cinto y varios botones de la camisa porque capaz estaba muy lleno. Manuel Marrero le siguió los pasos y, además, se abrió el pantalón para poder respirar aliviado luego de comerse 2 kilos de filete miñón a la brasa, bien asado y envuelto en grasa como le gusta al primer ministro. Por su parte Lis Cuesta se comió el plato más caro de todo el Festival del Habano: Ensalada de vegetales bañada en aceite de oliva y cebolla. Una exquisitez francesa que de paso la ayuda con la dieta que comenzó a hacer ya que pronto llegará el verano y quiere mantener la figura para las vacaciones que tendrán en Marbella.

La nota discordante fue Manuel Marrero que mientras comía se le escapó una flatulencia y uno de los guardias de seguridad se desmayó, generando una mueca en la Machi por la falta de glamour del ministro quien también la miró con desprecio, pero siguió devorando su filete mientras lo bajaba con una botella de brandy de 800 euros y Tony Castro siguió fumando su tabaco mientras se tapó la nariz disimuladamente.