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Por Helena Álvarez
La Machi se puso muy celosa con su esposo Miguel Díaz-Canel durante el acto inaugural de la marcha de las antorchas y se pasaron la noche entera peleados a pesar de estar en un acto político por lo que tuvieron que mantener las apariencias, pero la Machi estaba que no se contenía.
La Machi, como popularmente se le conoce a la primera dama Lis Cuesta Peraza, volvió a protagonizar otro episodio frente a las cámaras, esta vez por un ataque de celos que tuvo que aguantar ya que estaban celebrando otro aniversario de la marcha de las antorchas y no podía explotar delante de la gente, pero la situación la verdad estaba para eso, porque lo de su esposo, el dictador Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a veces es demasiado.
Es que la Machi nada más que vio llegar a aquella persona, se puso mal de los nervios, porque no es la primera vez que le pasa. Le entran unos celos tremendos que no puede ocultar. Por supuesto se lo dijo a Miguel y este le volvió a asegurar que entre ellos dos no ocurre nada que eso es solo otra campaña imperialista para sacarlo del poder. La Machi por supuesto se calmó y le dio un beso al hombre. Todo bien.
Resulta que cuando iba a empezar el acto y la gente comenzó a sentarse viene la persona y se sienta al lado de Díaz-Canel, cuando la Machi lo vio al lado de su hombre se le subieron los colores, le entró la cuatro cuarenta. Miró a Amaury Pérez Vidal con ganas de darle una galleta allí mismo por fresco. Pero se contuvo. Por supuesto Díaz-Canel se hizo el que no se dio cuenta de nada.