Cubano que estaba protestando compartió una cerveza con un cubano de las brigadas de respuesta rápida

Por Rodrigo Hernández
Los cubanos llevan varios días de protestas contra la dictadura, sobre todo en la Habana. ya que llegó el momento en el que tuvieron que demostrarles a las demás provincias que si les quitaban la electricidad por mucho tiempo iban a tomar las calles y así a sido.
Uno de esos cubanos, Danilo Rodríguez, oriundo de la zona de Buena Vista, Playa, salió a protestar junto a sus vecinos a pesar del gran despliegue policial y el temor a que fueran a ser reprimidos. Y cuenta para nuestra revista que iba caminando por 19 y 60 y se le antojó una cerveza. Mientras la gente estaba gritando Libertad él comenzó a añorar, una fría, sudada, riquísima, cerveza Cristal.
Nos cuenta Danilo que llegó hasta el cordón de la policía y le dijo a uno de ellos que le diera permiso para ir a la cafetería a comprar una cerveza, que le dejaran un hueco que él iba a regresar a protestar. Los policías se quedaron locos con aquello y al no tener respuesta lo dejaron ir.
Danilo caminó varias cuadras y se encontró una cafetería abierta que tenía cerveza. La abrió y se dio un buche largo y hasta se le aguaron los ojos. Luego regresó a protestar junto a su barrio.
Resulta que la manifestación estaba a punto de ser reprimida por agentes de la brigada de respuesta rápida y Danilo que no tenia miedo les partió para arriba, cerveza en mano: “Gente necesito que me dejen pasar para incorporarme a la manifestación porque a mi no me gusta el comunismo y eso tiene que acabar ya” los esbirros lo miraron y uno levantó el palo en la mano para metérselo a Danilo por la cabeza, pero otro lo impidió: “Déjenmelo a mí, que este tipito va a aprender que con la revolución no se juega, déjenmelo que me lo voy a llevar para la esquina a caerle a palos” y lo agarró por el cuello y efectivamente, se lo llevó.
Cuando estuvieron lejos de la vista de todos, el hombre soltó a Danilo y le dijo: “Asere, disculpa por cogerte por el cuello. ¿Tú me puedes dar un buchito de cerveza, por favor?”. Danilo creyendo que le iban a partir la vida cuando escuchó lo que quería el hombre le brindó la cerveza: “Pero claro papi pa esos somos cubanos, suénate un buche. ¿Viste que rica está?”
Y ahí, por varios minutos, el manifestante contra la dictadura y el agente de la brigada de respuesta rápida compartieron la lata de cerveza y se contaron la vida. Cuando se acabó el lague se despidieron y siguieron cada cual a lo que le tocaba. Hasta intercambiaron teléfonos y se prometieron llamarse para ir juntos a ver la pelota.