Mujer de Yoel lo dejó botado en Cuba, se casa con un cubano americano y acaba de dar luz a un bebé en un hospital de Miami

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Por Helena Álvarez

El cantante de Buena Fe Yoel Martínez, quien es además el recadero de Israel Rojas, está pasando por un momento muy triste de su vida luego de que la mujer lo abandonara y se casara con un cubano americano con el que acaba de tener un hijo, nada más y nada menos que en Miami.

La muchacha quien siempre estuvo al lado de Yoel en los momentos de glorias del que fuera uno de los grupos musicales más admirados por los cubanos, comenzó a alejarse de Yoel cuando este, siguiéndole la corriente a Israel, empezaron a destaparse como comunistas. Algo que tomó por sorpresa a la mujer porque que ella supiera, a Yoel le encantaba hablar pestes de la revolución a puertas cerradas.

Así que la relación fue deteriorándose por culpa de la política y ella comenzó a alejarse del músico hasta que Israel se destapó como agente de la Seguridad del Estado cuando apoyó la represión policial contra las marchas pacificas del 11 de julio del 2021 y como Yoel siempre ha sido un segundon, no se quedó atrás y también declaró que era devoto a la revolución y que si había que coger palo para romperle la cabeza a los anormales que hablen mal de Cuba, lo iba a hacer. Por supuesto la mujer lo botó después de esas declaraciones.
Pasado un tiempo la mujer conoció a otro hombre, un cubano americano gusano de Miami y luego de largas conversaciones por WhatsApp y muchas fotos calientes, se fue por Nicaragua a conocer a su nuevo amado. El que la recibió en brazos luego de cruzar el Río Bravo y han tenido una hermosa relación, hasta que se casaron mientras Yoel se pasaba todos los meses pasados hablando mal de los cubanos y tirado al alcohol.

El músico de Buena Fe casi muere infartado cuando se enteró que su exmujer acaba de tener un hijo en Miami. Un niño gusano y capitalista con otro hombre, mientras él sigue añejado en Cuba, tocando música en centros de trabajo y campos de lechuga mientras toma chispa e tren porque el ron bueno tiene los precios por las nubes.