Ómnibus cubano se declara transpipa y pide que le reconozcan su identidad de género
Por
Marcia Ana
Este
miércoles fue noticia que un ómnibus de La Habana, luego de más de 30 años de haber
salido de la fábrica donde lo ensamblaron como autobús de transporte público,
decidió hacer su transición y convertirse en una pipa de agua, a pesar de la discriminación,
la falta de piezas, y el vacío legal que hay en la legislación vigente en el país.
La nueva
transpipa, o pipabus, además de exigir que le reconozcan su nueva identidad de
género, pidió que la dejen pertenece al Cuerpo de Bomberos de Cuba, que le
pongan una manguera más grande y gorda, y que en lugar del acostumbrado color rojo
de los carros y camiones de bomberos, que la pinten de un rosado fucsia, el
cual según sus propias palabras, "va más a tono con mi autopercepción".
Asimismo
Carmita, como se hace llamar ahora esta guagua transpipa, pidió que el Centro Nacional
de Educación Sexual (CENESEX), el cual es dirigido por Mariela Castro, la hija
del dictador Raúl Castro, cree una oficina en su departamento de transporte
para velar por los derechos de todos los autobuses que sientan que fueron
hechos con la carrocería equivocada, y al mismo tiempo los ayude a empoderarse
en esta sociedad tan transpipafóbica.
Hasta
el momento las autoridades no han dicho nada al respecto de manera oficial, pero fuentes cercanas al CENESEX
han confirmado, en calidad de anonimato, que ya Mariela Castro está
completamente informada de todo el asunto, y si bien no ha hecho ningún comentario,
algún creen que planea crear la nueva oficina, solicitar fondos a la comunidad
internacional, y crear una semana del orgullo transpipa, con conga incluida, algo
que ya no puede hacer con las otras comunidades que atiende.