Por
Rodrigo Hernández
El
puesto a dedo de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y su esposa Lis Cuesta la
Machi, fueron vistos en la calle Belascoain cerca del Malecón sacando dinero de
un cajero automático, o lo estaban intentando porque al singao se le vio
profundamente nervioso.
El
dictador de Cuba nunca había sido visto en una calle habanera como si fuera uno
más y es que Díaz-Canel siente repulsión por el pueblo cubano. Él lo intenta y
se esfuerza pobrecito, pero cuando está dándose un baño de pueblo, se le puede
ver la mueca de asco que se le forma en cara porque no soporta la pobreza de
los cubanos. Sin embargo, ahora fueron vistos, él y su esposa, intentando sacar
dinero de un cajero como si fueran gente de barrio, sin escolta ni nada.
La
gente se sorprendió y algunos comunistas de los que se pasan el día haciendo
cola y comiendo picadillo de soya, intentaron acercarse para hacerse una foto
con su gran presidente, pero Limonardo les puso cara de perro y los espantó en
seguida en lo que intentaba sacar dinero. Solo que al parecer la tarjeta que
metieron tenía algún problema porque les daba error.
Este
problema con la tarjeta al parecer tenía muy molesta a la Machi, la que se la
pasaba repitiendo constantemente: “Debí hacerle caso a mí mamá cuando me decía
que no me casara contigo y que Luisito era el que me convenía”.