Por Elba Lazo
El Campeonato Mundial de Fórmula 1, la principal competición de automovilismo internacional y el campeonato de deportes de motor más popular y prestigioso del mundo, regresará a la Habana Cuba otra vez porque el comunismo es lo más.
La red de vehículos con bajas emisiones de carbono que se utilizarán en las competiciones de la isla, tiene el propósito de mejorar la movilidad en la pista y de brindarle mayor autonomía a dicho deporte, y cada triciclo tiene capacidad para dos personas (piloto y copiloto), dijo Martha Oramas Rivero, viceministra primera del Transporte, quien se encuentra al frente de la tarea.
Los triciclos serán operados únicamente en la pista y solamente con tres velocidades, únicas que se lograron aprobar por la Federación Internacional del Automóvil, y los recorridos podrán correrse de 20 a 30 kilómetros por hora.
Comentó a la revista que los vehículos, fueron ensamblados en la Empresa Roselló, tienen una autonomía aproximada de 100 kilómetros y el costo de producción un tanto elevado, cifra según autoridades no significativa para la prensa.
“El proyecto además financia la energía fotovoltaica a la Unión Eléctrica para que los vehículos sean cargados totalmente con esa fuente de origen renovable”, acotó quien también está al frente del mismo.
A la inauguración de la nueva pista de Fórmula 1 asistieron Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte; Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; y Reinaldo García Zapata, Gobernador de la provincia.
Los pilotos cubanos que correrán por Cuba aún se están capacitando en los volcanes, según fuentes nicaragüenses.