Entérate: la verdad sobre Lis Cuesta y Luisto, el chofer de Díaz-Canel en Holguín

Por Yannay Estrada

Luego de que hace unos días la primera dama del régimen de los Castro intentara hacerse la graciosa en su cuenta de Twitter llamando a Díaz-Canel "el dictador de mi corazón", comenzó a correr por redes sociales una publicación donde le reclaman que "él no es el dictador de tu corazón, el dictador de tu corazón es Luisito el chofer de tu marido cuando el tarrú de Canel era Secretario del Partido en Holguín y tú le pegabas los tarros con Luisito".  

Como ya sabemos, esto encendió las redes sociales, pero como en esta revista no dejamos que la realidad nos eche a perder las noticias, nos dimos a la tarea de investigar la verdad detrás de este caso, y lo que descubrimos, sin lugar a dudas le dejará con la boca abierta a más de uno.

En concreto, gracias a un profundo trabajo investigativo que concluimos hace apenas unas horas, descubrimos, contrario a los que muchos creían, que en realidad Luisito, el chofer de Díaz-Canel en Holguín, sí existió, no está desaparecido, y que todo fue parte de un plan de la Seguridad del Estado para tratar de desviar la atención del pueblo de lo que verdad importa: la profunda crisis que vive el país.

De lo que se trata es de que, cuando Díaz-Canel era el Secretario del Partido en Holguín, en verdad Luisito era su chofer, pero ya sea por las inclinaciones sexuales del Canelo, o porque en realidad pasaban mucho tiempo juntos y ambos estaban muy solo, en algún momento la relación de trabajo comenzó a convertirse en amor, hasta que un día no pudieron evitarlo más, y empezaron un romance que dura hasta el día de hoy.

Pero como el castrismo tiene un aparato de inteligencia que abarca todos los niveles de la sociedad, en algún momento Raúl Castro se enteró del amorío, y no les dejó más salida que la de que hicieran público su amor, pero con la condición de que Luisito de sometiera a un cambio de sexo, pues como ya el viejo dictador tenía planeado poner a Díaz-Canel de presidente, le iba a hacer falta una esposa que hiciera el papel de primera dama, para hacerle crear al mundo que en el país las cosas estaban cambiando, y así mataba dos pájaros de un tiro. Aclaramos que lo de matar es solo una frase, lo de dos pájaros no.

Conociendo de lo que es capaz el régimen de los Castro, la pareja no tuvo más alternativa que cumplir con las órdenes de Raúl, y fue de esta manera que Luisito el chofer terminó convirtiéndose en Lis, en esposa de Díaz-Canel, y en primera dama de Cuba, y aunque contó con los mejores tratamientos del mundo para hacer su cambio de sexo, hay cosas que ni la medicina más moderna del mundo puede cambiar, de ahí que los pies de Lis sigan siendo de hombre, como se pudo ver hace unos días en una foto donde apareció llevando puestos unos zapatos de la marca italiana Salvatore Ferragamo, y donde en lugar de los pies de un chofer, los suyos parecen más bien los de un albañil.