Helena Álvarez
Esa Cristina Escobar es una guatacona, que mal me cae. Mira que mete mentiras en el televisor, pa mí que ella fue alumna de Pinocho, porque óyeme, las guayabas que mete son del tamaño del meteorito que tumbó el camino que nos unía a Miami. Ay, si ese camino estuviera todavía, Cristina iba a tener que apagar el Morro ella solita.
Bueno, eso sino se va a conocer los volcanes de Nicaragua, porque esa guatacona tiene más pinta de mercenaria que Otaola y Eliecer Ávila juntos.
Lo de Cristina es muy grande, tan grande como la peste a pata que tenía el comandante Fidel Castro. ¿A no sabían? Chachooo que clase peste a pata. Imagínate que cuando se quitaba las botas en la Sierra Maestra las flores se marchitaban y las jutias caían desmalladas. De ese tamaño son las mentiras que mete la Cristina Escobar esa.
Recuerdo que una vez dijo que la leche en polvo no era necesaria para los niños, y para los viejitos, menos que menos. O la vez esa que dijo que en Inglaterra las personas son infelices porque se la pasan consumiendo productos del capitalismo que no necesitan. Así lo escribió desde su Iphone 13 pro max, sentada en un restaurante comiendo langosta, desde Inglaterra por supuesto. Guataca.
Si me la encuentro en la calle la cojo por los moños, total, ella es rubia teñía. Bueno, mejor no, capaz que se le caiga el tinte y la cajetilla de dientes. ¿A tampoco lo sabían? Una vez en una cola de Cuatro caminos le reventaron la boca por decir que las colas hay que hacerlas con alegría y que ahora el desafío para los cubanos es quedarse en Cuba. Muchacha se armó tremendo sal pa afuera y la arrastraron por todo Ataré.
Así que mejor no le hago nada. Total, ya la tienen casi sepultada por estarle robando el puesto a Lázaro Manuel Alonso, ni porque el pobre está enfermo. Esa Cristina no cree en nadie. Con tal de escalar hace lo que sea. Ya una vez le quiso meter mano a Raúl Castro, pero el chino le dijo que eso no era lo suyo.
Clase de pena tú.
A propósito de mencionar a Lazarito, este se enteró de que Cristina le quiere serruchar el piso y se puso como una fiera. Le dijo hasta del mal en que se iba a morir. Incluso le insinuó que a su esposo él lo conocía de atrás. Todo esto en una reunión ahí en el ICRT al frente de Alfonso Noya, y luego la bloqueó en todas sus redes sociales. Guatacona del solar, le puso Lazarito.