Rodrigo Hernández
Estos dos dictadores cumplen años el mismo día y a pesar de la diferencia de años entre los dos y también que uno se murió hace muchísimo tiempo, ambos son tremendos singaos. Así que acá les traemos alguna de las cosas que tienen en común este 20 de abril en su aniversario de cumpleaños.
Ambos son dictadores. Ambos crecieron frustrados y esos traumas de la niñez fue lo que los llevó a fajarse con medio mundo y a someter a sus pueblos. Ambos refunfuñan, se la pasaban discutiendo desde niños, sea porque les robaban las bolas o porque perdían siempre en el futbol, al final terminaban fajados con los demás vecinitos. Esa frustración creció con los dos y fue lo que motivó a Hitler a invadir Europa y a Díaz-Canel dar la orden de combate el 11 de julio.
Ambos mandatarios comparten el problema de las hemorroides. Como se la pasan peleando, (recordar que Hitler está muerto, aunque hable en presente) esto les produjo que las hemorroides se les salieran por coger tanta lucha. También pasan trabajo para dormir. Tienen que tomar té de anís para conciliar el sueño ya que ambos se la pasan pensando en que el pueblo no los quiere y eso los pone triste.
Ambos tuvieron una esposa babosa. En el caso de Hitler se casó con Eva Braun y en el caso de Díaz-Canel tiene a la Machi, la que le dice dictador delante de todo el mundo porque así andan a la cara. En Ay, qué muela! no tenemos constancia de que a Hitler le hayan pegado los tarros, pero en el caso de Díaz-Canel sí. Hay tremenda historia con un tal Luisito, pero lo tienen desaparecido.
Ambos dictadores tienen fetiche con los premios Guinness. El alemán tiene el récord de asesinar más personas durante una guerra y el cubano tiene el récord Guinness de ser el hombre más singao de la faz de la tierra. Ambos premios no son para celebrar, pero sí para dejar constancia en los museos y en los muros de la calle cuando la policía anda entretenida.
A los dos le gusta la paella. Los camarones rebosados, la langosta, los langostinos, faisán de la india, la carne de búfalo, las croquetas explosivas (sí, en la Alemania de Hitler también habían croquetas explosivas, aunque hechas con una receta diferente), el queso parmesano y la leche en polvo. En el caso de Díaz-Canel esto último se ha vuelto una obsesión y el hombre tiene almacenes y almacenes para esconder la leche en polvo. "Mi precioso", les dice a sus almacenes.
La peste a pata. Esto no puede faltar. Todos los dictadores tienen peste a pata y en el caso de estos dos que nacieron el mismo día es mucho mayor.
Para terminar, añadir que ambos dictadores le echaron toda la culpa al bloqueo de los Estados Unidos.