Por Iván Putovic
El General de cuerpo decrépito Raúl Castro Ruz lleva varios días desesperado porque los norteamericanos den una señal para retomar las relaciones bilaterales entre ambos países, pero sobre todo porque Raúl y Biden tienen una historia íntima de la que no muchos saben y Raúl la extraña.
En los días del deshielo en el 2014, durante la traición de Barak Obama, Raúl Castro coincidió con ellos en varias ocasiones, incluso en una reunión de la Organización de Estados Americanos OEA, en la que el menor de los Castro disfrutó de los privilegios de la USAID ya que la reunión fue patrocinada por esa organización.
Pero lo que disfrutó Raúl Castro en realidad fue los paseos junto a Joe Biden el actual presidente de los Estados Unidos.
Ambos mandatarios se escapaban para dar largas caminatas en los bosques, o para escabullirse en una oficina a “fumar tabaco”. Ellos dos solos. Y Raúl extraña esto de sobremanera, extraña a su viejo “amigo” y a lo divertido que era compartir con él.
Incluso una vez los cogieron juntos en un restaurante en Italia degustando unos deliciosos espaguettis a la boloñesa. Lo curioso no era que descubrieran a ambos presidentes en Italia fuera de sus habituales agendas gubernamentales o sin otra justificación para esa reunión tan íntima, sino, la manera inquietante en la que estaban degustando los espaguettis, como lo pueden ver en la foto de portada. Al más puro estilo de la Dama y el Vagabundo, lo que no sabemos quién es la Dama y quién el Vagabundo, aunque sí creemos que eso es algo fácil de deducir.