Por Helena Álvarez
El miembro del buró político, dueño de GAESA y General de División, Luis Alberto Rodríguez López Callejas, vive con la boca hecha agua ahora que subió el precio del Níquel a causa de la invasión de Rusia a Ucrania y sueña con una Cuba llena de hoteles, todo esto, mientras se manosea solo en su cuarto.
El zar de Cuba como se le conoce, desde que vio la noticia de la subida del Níquel no ha parado de babearse, porque dice que esta es una gran victoria para la revolución cubana y que ahora sí podrá levantar más hoteles sin tener que usar el dinero de la leche en polvo de los niños y los viejitos.
No porque le diera cargo de conciencia, sino porque el dinero de la leche en polvo se recolecta, según ellos, de todas las tiendas en MLC y en lo que llega a la Habana pasa por la burocracia y se demora en levantar el hotel. Pero ahora no.
Con la subida del Níquel el dinero va directo a una de las cuentas que Callejas tiene Islas Caimán, así que puede ordenar hasta la construcción de cinco hoteles al mismo tiempo. Esto último lo tiene excitadísimo.
Ese estado de excitación es tan grande, que tiene que correr de vez en cuando para el baño a manosearse bien duro, porque la alegría que le produce la subida del precio del Níquel con la guerra nunca la había vivido. Tanto así que aquello no se le baja.