La verdadera historia del asalto al Cuartel Moncada contada por el propio Fidel Castro (Primera Parte)


Por Rodrigo Hernández

Fidel Castro era un gran contador de historias, puras guayabas todas pero la gente siempre lo escuchaba para reírse luego de él a escondidas. Y como él era un tipo que no medía el peligro, aun estando él, un día lo grabaron contando lo que pasó realmente en el Cuartel Moncada.

Cuenta el Cenizas, como también se le conoce al peor criminal que ha tenido Cuba, que un día estaba jugando a la brisca con los socios de la escuela y de momento se le ocurrió decir: Ño que aburrimiento ¿y si atacamos el Cuartel Moncada? Idea que todo el mundo rechazó porque Santiago estaba en carnavales y nadie estaba para eso.

Pero el hombre les dijo que si lo acompañaban en la aventura les iba a enseñar un hueco en el baño para que vacilaran a Hayde Santamaria y todo el mundo dijo que sí al momento, menos Abel Santamaria el hermano de Hayde que le partió para arriba a Fidel y le metió tres gaznatones.

Al final cambió la opción de matarle hueco a Hayde Santamaria y decidió pagarle a todo el que participara en el asalto. Todo el mundo dijo que sí. Entonces decidieron que asaltarían el 29 de julio cuando se acabaran los carnavales y se pusieron a entrenar con escopetas de perle.

Alquilaron una finca, dos camionetas y tres chebrolet. Todo esto con el dinero de Castro que por ese entonces era bolitero y nunca ponía el dinero de la gente en el banco sino que se quedaba con él y luego le decía a la gente que no se sacó nada. No por gusto tiene el bicho tiene el premio nobel en meter guayabas.

Acercándose la fecha del asalto, al tipo se le ocurrió ir a matarle hueco a Hayde por última vez; y ahí estaba el hombre vacilando a la muchachita con los pantalones y con el "mandao" afuera. Mangrino. Y Raúl Castro y Abel Santamaria venían conversando y lo cogieron. "¡Pero Fidel!"

Al tipo por poco le da una cosa se le salió todo aquello y se la echó arriba del nerviosismo y Abel le partió para arriba y le metió varios piñazos y Fidel llorando en el piso pero su hermano menor, al que le gustaba descuartizar lagartijas de chiquito, sacó un cuchillo y se lo metió por el ojo a Abel Santamaria. Cayó muerto al instante. 

Fidel dejó todo aquello atrás y fue corriendo para la finca y le dijo a todo el mundo que iban a asaltar el cuartel ese día porque los soldados estaban para el juego de pelota. Todo el mundo pensó "qué brillante es mi comandante". Por eso el asalto fue el 26 de julio.

Continuará…