Por
Lewis Balenciaga
Este
jueves Corea del Norte volvió activar las alarmas de la comunidad internacional
con la prueba de otro de sus misiles, aunque en esta ocasión la situación fue
más grave, pues se trató del primer lanzamiento de un misil balístico intercontinental
desde el 2017, año en que el régimen asiático había detenido este tipo pruebas.
Si
ya con esto el escenario geopolítico es complejo, hay que añadir que, de acuerdo
con declaraciones del Pentágono, la dictadura norcoreana solo ha logrado
desarrollar esta generación de misiles gracias al apoyo del régimen de los
Castro, el cual, mediante el Grupo Empresarial Cubanacán, ha suministrado todos
los recursos financiares, en dólares estadounidenses y al contado.
En sus
declaraciones el Pentágono dice que aún no han podido determinar de dónde el
castrismo sacó tantos dinero, pero refiere que "es posible que sea el dinero que
anteriormente se destinaba para comprar en el mercado internacional la leche en
polvo para los enfermos, ancianos y niños, incluyendo las cuantiosas donaciones
de euros que en los últimos dos años ha realizado la Unión Europea, además del dinero obtenido de las ventas en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC)".
Asimismo
el Pentágono alerta sobre "la posibilidad de que los nuevos misiles
norcoreanos terminen emplazados en el caribe, lo cual en las actuales circunstancias
que vive el planeta con la guerra en Ucrania, nos obligaría a tener que
realizar nuestra propia "Operación militar especial", a pesar del
inconveniente de que Cuba no tiene ningún tipo de recurso del que podamos
apoderarnos".
Por último el Pentágono afirma que la cooperación del castrismos en el desarrollo de este armamento, es algo que se puede comprobar a simple vista, gracia a la similitud del logo de la empresa castrista con el de los misiles norcoreanos.
Hay que
destacar que hasta el momento el régimen de La Habana no ha emitido ninguna
declaración al respecto, pero no dudamos que pueda hacerla de un momento a
otro, aunque solo para tratar de desmentir esta información, señalándola como
siempre, como "otra patraña más del imperialismo".