Por Iván Putovic
El ministro de Economía Alejandro Gil, que no sabe nada de economía, pero es millonario como todos los dirigentes de Cuba, ha decidido irse a vivir a Dubái porque ya está cansado de explicarle a los cubanos que tienen que soltar todo su dinero, para poder seguir construyendo hoteles.
El hombre se cansó de la miseria que hay en Cuba. Dice que le irrita ver a tanta gente pobre esperando la guagua en las paradas y que, para no verlos, corre las cortinas de su auto mientras va para su trabajo. Bueno, si es que tiene trabajo porque Alejandro Gil se la pasa jugando a los Sim en su iPad mientras pasa el tiempo en su oficina.
Por eso quiere irse a Dubái, porque ahí todo es más bonito y apenas llegue se puede comprar una casa lujosa y ocuparse de la compañía de camellos, 4 hoteles cinco estrellas, 2 restaurantes Michelin y una compañía de Ferrari de los cuales es el dueño. Negocios que operan sus hijos por supuesto porque a él, lo que le gusta es jugar a los Sim en su iPad.
Eso sí, Alejandro Gil lo ha dejado claro, seguirá defendiendo a la revolución cubana, pero desde su Dubái que allá no hay colas y la gente huele rico. Porque esto es algo que lo desquicia, el mal olor de las personas en las guaguas. Lo que no dejó claro en que guagua porque nadie lo ha visto montado en una.