La provincia de Guantánamo comenzó a hacer la gestión para que los Estados Unidos la deje anexionarse y pasar a ser territorio de la Base Naval

Por Rodrigo Hernández

La provincia de Guantánamo, la más oriental de Cuba, comenzó a rellenar los papeles ya que se quieren anexar a los Estados Unidos porque siempre han estado coqueteando con ese momento y ya es hora de irse al hotel para concretarlo.

Esto no es nada nuevo, los pobladores de Guantánamo, incluso a los del partido comunista, siempre han tenido sueños húmedos con pertenecer a los Estados Unidos. Cada mañana miles de ellos y ellas amanecen bien calientes deseando un encuentro fogoso donde los cuerpos se fundan en un largo beso y el semen termine pintando la estrella número 52 en la bandera de las barras y las estrellas.

Dos factores han influenciado en esto con el paso de los años, el primero de ellos es el hambre y el segundo, el Hungry, que es hambre, pero en inglés. 

Es que los guantanameros y las guantanameras siempre han visto de lejos como los barcos llegan cargados de comida a la Base Naval y también, cuando el viento sopla fuerte, les llega el olor rico de una hamburguesa Mc Donalds.

Así que el gobernador de la provincia llamó para la embajada de los Estados Unidos en la Habana y le dijo a la mujer que lo atendió que ya es hora de quitarse esta calentura. Que tiene aquello duro y se le va a romper el pantalón. Que cómo había que ponerse.

Enseguida de la embajada le enviaron los papeles pertinentes y estos fueron repartidos en el grupo de WhatsApp: Guantanameros cool y sexy y todo el mundo estuvo de acuerdo con que hay que comerse ese pastel, que está bueno ya de apretones, aquí hay que comer.

Así que ahora están los guantanameros entusiasmados con convertirse en otra provincia de los Estados Unidos y ya desde la Base Naval los militares norteamericanos les mandan cajas de carne y leche, para que se vayan acostumbrando a comer rico.