Gerardo Nordelo aseguró que un vasito de jugo de piña al día evita la infidelidad


Por Kerry Caverga

Muchos no lo saben, pero cuando se captó esta imagen, el espía tarrú, Gerardo Nordelo, estaba hablando de la importancia de comer piña para los hombres: "para evitar infidelidades".

"Con un solo vasito de jugo de piña al día, bueno, a la semana vaya, porque a los de Centro Habana puede que no les alcance el agua, no hay tarro que valga", aseguró el espía.

Él, aunque se niega a reconocerlo en público, habla desde su amarga experiencia, principalmente mientras estuvo en prisión en los Estados Unidos.

En este sentido también hay que tener en cuenta que en la época antes de que fuera al país norteño a "cumplir con su misión", no había chivateado lo suficiente como para poder tener acceso a ciertos productos alimenticios que, dada la situación económica de Cuba en aquel entonces, solo  ciertos militares de alto rango gozaban del privilegio de tener, y uno de esos productos era el jugo de piña.

Respecto a esto hay que señalar que está situación trajo como consecuencia que su esposa cayera en la tentación de satisfacer sus necesidades fisiológicas con alguno de esos privilegiados militares que sí tenían "piña dulce", como explica la biografía de Gerardo, "Historia de un tarú alegre", publicada por la editorial El búfalo amaestrado.

El resto de la historia todo cubano la conoce, y sobre todo, casi nadie se cree la versión oficial.