Por Charly Menéndez Castillo
Este miércoles fue noticia que en horas de la madrugada un ómnibus urbano se estrelló contra una de las columnas del Gran Hotel Manzana Kempinski en La Habana, dejando un saldo de siete lesionados, entre ellos 5 hombres y dos mujeres, de acuerdo con fuentes oficiales del régimen.
Se bien estas mismas fuentes indicaron que el incidente ocurrió debido a "un desperfecto técnico en la dirección del vehículo, lo cual provocó que el chofer perdiera el control del carro, la realidad de tras de esto fue que el siniestro ocurrió debido a la escasez de cigarros que hay en el país.
Lo que sucedió fue que uno de los pasajeros le habló al chofer sobre uno de nuestros últimos artículos en el que abordamos la nueva designación de Marino Murillo como directo de Tabacuba, y la profundización en la crisis de los cigarros que esta decisión trae aparejada, y el chofer, fumador empedernido, con varias semanas pasando trabajo para fumar, entró en cólera hasta perder el control del vehículo, y este terminó impactando contra una de las columnas esteriores del Gran Hotel Manzana Kempinski.
A pesar de que esto fue algo que los peritos conocieron desde el primer momento en que llegaron al lugar del accidente, miembros de la Seguridad del Estado manejaron la posibilidad de que el hecho hubiera sido "financiado por la mafia de Miami", debido a que el chofer es residente del barrio La Coronela, lugar donde vivía el dramaturgo Yunior García Aguilera, coordinador principal del grupo Archipiélago, antes de escaparse para España.
Por último hay que añadir que a raíz de este hecho, la Dirección Provincial de Transporte de la capital, "ha decidido, primero, no contratar a nuevos choferes que sean fumadores, y segundo, entregar diariamente una caja de cigarros a cada uno de los que ya fuman y conducen por calles y avenidas en las que se encuentran hoteles y otros inmuebles de interés para el país", según un documento de la mencionada entidad estatal al que tuvimos acceso.