Por Helena Álvarez,
Luego de caerle atrás al boxeador cubano Andy Cruz para que nos contara que fue lo que le dijo el boxeador británico ese día, Andy accedió a revelarnos el secreto, dice que para poder salir de nosotros, que ya lo estábamos atosigando.
En uno de los combates de nuestro campeón olímpico, se enfrentó al boxeador británico y luego de derrotarlo fácilmente, nuestro Andy Cruz se disponía a echar su característico pasillo como siempre hace cuando triunfa, pero el británico se le acercó muy chacalista y le dijo algo al oído que paralizó a Andy, ni su pasillo pudo echar, lo dejó traumatizado.
Resulta que en las olimpiadas de Japón pasaron cosas tremendas con la delegación cubana:
Como que dos de las atletas de nado sincronizado se fueron a la bahía nipona a entrenar, y con el lío y la cosa fueron a parar a Corea del Sur y aquí llegué y aquí quedé. También llevaron a un equipo de pelota para dedicarle la medalla de oro al Cagandante y luego se enteraron que el beisbol estaba fuera de las olimpiadas ese año. Y también pasó lo de Andy Cruz, entre otras cosas.
Así que nos dimos la tarea de viajar hasta el mundial de boxeo y le caímos atrás a Andy, otra vez.
Cuando el boxeador cubano vio a nuestro periodista le dijo: "asereee yaaa". Pero al final cedió a contarnos.
Dice Andy que luego de ganar la pelea, iba caminando para el centro del ring a bailar como siempre, pero el británico se le acercó con intriga, y Andy creyendo que lo iba a felicitar se dispuso a escucharlo, pero el británico le dijo otra cosa que el pugilista cubano no se esperaba y se quedó traumado que ni bailó.
Nos cuenta que esa noche no durmió.
Dice que el inglés se le acercó, lo tomó muy despacio por el cuello, le acercó los labios respirándole al oído y en un español perfecto, le dijo:
"Tengo dos felpitas que te deben quedar riquísimas, so locote".