Por Lewis Balenciaga
Como parte de la medida recién aprobada por el régimen que permite a los cubanos ingresar al país comida, aseo y medicamentos libre de impuesto, como respuesta a las recientes protestas populares que ocurriendo a lo largo y ancho del país, este viene se aprobó otra medida complementaria con la que se busca liberar más presión a la caldera de descontento en que se ha convertido el pueblo cubano.
De lo que se trata es de que, en cooperación con el Ministerio de Economía y la Aduana General de la República, el Ministerio de Justicia decidió asignar a cada cubano que no tenga familiares en el extranjero uno de oficio, para que puedan recibir desde el exterior comida, aseo y medicamentos, y no se sientan excluidos de los beneficios de esta nueva medida.
Hay que explicar que, tratándose del castrismo, esto no es tan fácil como parece, porque para poder disfrutar de esta opción, el beneficiario primero deberá firmar un contrato con el régimen en el que se comprometerá a abonar en moneda libremente convertible, en el plazo de una año, la suma correspondiente al valor del beneficio obtenido.
A lo anterior hay que añadir, que solo podrás poder acceder a esto, aquellos cubanos que estén profundamente comprometidos con la dictadura, que cumplan con todas las tareas que se les encomiendan tanto en el ámbito laboral como dentro de las distintas organizaciones políticas del régimen, y que que siempre se hayan mantenido alertas y vigilantes en sus lugares de residencia, coperando en todo momento con la policía.
Asimismo la nueva medida dispone que cada cubano que sea seleccionado para poder acceder a este beneficio, deberá donar al comité de defensa de la revolución al que pertenezca, 10% de todos los productos que le traiga su familia asignado, y luego deberá rendir cuenta de lo que hizo con el resto, quedando terminantemente prohibida su venta, pues de lo contrario se le acusará de revendedor y de enriquecimiento ilícito, y se le sancionará según lo que estipula la ley.