Como es sabido, en varias
ocasiones autoridades políticas y de salud del régimen de los Castro han negado
que la alta tasa de contagios de COVID-19 en el país se deba a las grandes concentraciones de personas fuera de las tiendas a las que están obligados los
cubanos para poder adquirir alimentos: "en las colas no se trasmite el
virus", han dicho.
Pues la noticia de hoy, según
un artículo publicado por el periódico Granma, es que un estudio desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular, afirma que la permanencia en las colas,
"en especial en las que las personas están más de cuatro horas expuestas
al sol, crea inmunidad al COVID, al punto que hasta ahora no hemos tenido ni un
solo reportado con la enfermedad por haber estado en una cola".
La publicación de Granma destaca
además, que como parte de la investigación "fueron estudiados más de 2
millones de individuos, y en un 92,28% de los casos, se detectó una alta
inmunidad al COVID-19, lo que nos hizo concluir, que hacer colas produce una
alta resistencia a la enfermedad".
Asimismo señala que "el estudio también contribuyó al desarrollo de nuestros candidatos vacunales, pues facilitó el trabajo a la hora de detectar los anticuerpos más resistentes al virus, algo que fue clave en el momento de elegir el camino a seguir en la creación de los candidatos vacunales".
Hay que señalar que en ninguna parte de su artículo el periódico Granma presenta evidencias de los resultados del mencionado estudio, más allá de sus palabras fuertemente cargadas de ese tono de propaganda que lo caracteriza, de lo que es fácil concluir que esto no pasa de ser otra más de sus acostumbradas mentiras, como esas donde alega sobrecumplimiento en la producción agrícola, crecimiento económico del país, o desarrollo industrial.