Durante este fin de semana varios
cubanos denunciaron en redes sociales explosiones en sus casa que terminaron en
incendios de grande magnitudes como resultado de haber intentado consumir unas
croquetas de producción nacional que por estos días ha comenzado a
comercializar el régimen.
Al respecto el Ministerio del Interior (MININT) publicó una nota en su página web donde alega que dichas explosiones "implican al gobierno de los Estados Unidos, el cual en su afán de derrocar a la Revolución, ha vuelto a recurrir al viejo método de las croquetas explosivas para generar el pánico entre la población y rendir por hambre a nuestro heroico pueblo".
Más allá de la publicación
del MININT, en la cual no aportan ninguna evidencia, todo indica que igual que
ocurrió durante los amargos años del llamado Periodo Especial, el régimen ha recurrido
a alguna materia prima para elaborar las croquetas, que en contacto con el
aceite caliente, produce una reacción en cadena que termina con la masa
explotando con una fuerza igual o superior a la dinamita.
Ante esto la Organización Mundial
Explosivos (OME), la cual regula, y en muchos casos prohíbe el uso de sustancias
y artefactos explosivos por partes de gobiernos para mantenerse en el poder, ha
solicitado al régimen de los Castro iniciar una investigación de inmediato, y
presentar un expediente antes del día 30 de este mes donde dé una explicación a
estos hechos, o de lo contrario impondrá sanciones que pueden ir desde el
embargo de activos en banco de otros países, hasta la expulsión de Cuba de
dicha organización, sin descartar una posible intervención internacional con carácter
humanitario.
Hasta el momento el régimen
no ha emitido ninguna declaración al respecto, pero se espera que debido a lo grave
de esta situación, lo haga en las próximas horas.