Gobierno cubano quiere admitir que ya se acabó, pero les da pena

 

Por Rodrigo Hernández

En la próxima Asamblea del Poder Popular se espera que el régimen cubano les diga a todos que se acabó, que finito, chirrin chirran, adiós comunismo. Pero dicen que les da pena.

Que como es posible que el comunismo, siendo, después del chocolate y Netflix, lo mejor que se ha inventado, ahora le digan al pueblo cubano que no funciona. Que después de toda la muerte y miseria que ha sufrido la población, ahora les digan que el comunismo no funciona, que eso no da la cuenta, que fue un cuento de camino. Que va, eso no se puede permitir.

Dicen que los altos dirigentes tienen una vergüenza enorme y que no se pueden mirar a las caras, que Castro estaría muy enojado y estuviera a estas horas halándole las orejas, por irresponsables, que menos mal que está muerto sino los mandaba a fusilar.

Según algunos de los diputados de la Asamblea, se encierran en sus cuartos y se ponen a llorar, que se dan golpes en el pecho con el puño cerrado. Cosa de películas. Que hay videos y audios por ahí circulando, pero hasta este momento no ha llegado ninguno a nuestra redacción, lamentablemente.

Mientras tanto en el Consejo de Estado se planifica una salida de emergencia en caso de que estalle la cosa, según nuestra fuente, por ese motivo convirtieron a la Habana en una zona congelada, para tener la vía de escape cuando en abril den la noticia de que ya se acabó el comunismo.

La misión se llama "Paticas pa que te quiero" y varios de los acólitos principales están involucrados. Se cuenta en los pasillos del Palacio de las Convenciones, que el presidente puesto a dedo Miguel Díaz-Canel se irá para Inglaterra, El primer ministro Manuel Marrero para Angola, y López Callejas para la Antártida, porque ese no se puede meter en ningún lugar, está embarcado.

Por el momento, ya han comenzado a hacer un trabajo psicológico con Serrano, porque cuando se entere que él es encargado de dar esa noticia, le va a dar un patatús. Pobrecito.