Por Rodrigo Hernández
El Senador Republicano Marco Rubio, (quien aún no se ha pronunciado sobre los valientes de San Isidro), dijo en conferencia exclusiva para Mayami HD, que Cuba tendrá un futuro luminoso, pero que antes tienen que pasar diferentes cuestiones, sobre todo que el comandante del régimen Ramiro Valdés Menéndez detuviera su despilfarro de luces.
Resulta que Ramiro tiene más gastos de luces en su casa, que una ciudad entera. Según los cálculos de su contador de la luz, el comandante gasta más luces que todo Varadero junto, y que Matanzas en general.
Charco e sangre, como popularmente se le conoce, gasta muchas luces en su casa porque según se cuenta, tiene varias distracciones que se las ganó justamente cuando bajó de la Sierra.
Refieren los vecinos que dentro de su mansión, “el loco ese tiene un zoológico, un restaurante bajo el agua, una valla de gallos, un museo con la vaca Ubre Blanca disecada una pista de carritos locos, un cine 3D, una montaña rusa, un casino, un astillero para submarinos, otro museo con los objetos de valor de todas las personas que fusiló y torturó, una juguetería y un simulador de vendedor de churros.
Por su parte Marco Rubio arremetió fuerte contra el esbirro, alegando que cuando la luz se va en la Habana, Ramiro sigue con todas las luces de su casa encendidas. Que a veces los satélites se confunden en la ubicación creyendo que están encima de las Vegas, cuando en realidad están encima del pueblito de Santa Fe, donde reside quien alguna vez fuera Ministro de las comunicaciones y amigo del otro argentino loco conocido como el Che, al que Ramiro, como muchos otros cubanos, aún llama El Chancho, por su costumbre de no querer bañarse nunca.
Agregan miembros de la seguridad personal, que Ramiro Valdés vio la entrevista de Marco Rubio y lo desafió a tirarse unos golpes, que el futuro de Cuba depende del que gane. Y Marco Rubio le dijo que sí. Que pelearían en el Madison Square Garden en New York, pero el esbirro declinó esa propuesta, porque alega que ahí hace mucho frio, y que Amnistía Internacional le quiere hacer algunas preguntas.
Alegó Ramiro, que él prefiere pelear en un terreno más neutral, donde tengan garantías y respeto por los derechos humanos. Un país próspero donde haya alimentos y gasolina para cuando termine la pelea. Donde no haya dirigentes millonarios y corruptos. “Venezuela” le dijo, y Marcos Rubio se desmollejó de la risa.