De lo que se trata, según explicó a Ay, qué muela!, es del hecho de haberse fumado 300 cajas de cigarros de la marca Criollos en el pasado mes de septiembre, durante el encierro que fue impuesto a La Habana como parte de las medidas para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
"Diciéndolo
así parece que estamos hablando de un solo record", señaló Yoendris y
explicó: "pero yo también quiero que se me reconozca haber podido
encontrar cada una de esas cajas, no solo fumármelas, porque fumarse esa
cantidad de cigarros es algo que muy pronto alguien puede superar, pero
encontrar 300 cajas de Criollos en La Habana, en un mes, ya eso es son palabras
mayores".
En esto tiene razón el joven capitalino, pues la provincia, -y el país-, sufre un profundo desabastecimiento de Criollos que ha llevado, junto con la escasez de alimentos, a que muchos fumadores se encuentren en estado de desnutrición de tanto caminar en busca de los escasos cigarros, al punto de que los dietistas y nutriólogos están recomendado a sus pacientes con sobrepeso que comiencen a fumar de esta marca, para que luego adelgacen mientras recorren la ciudad buscándolos, tarea que en algunos caso puede llevar hasta seis horas.