Alejandro Gil sobre Díaz-Canel: ¡Era mi socio y me traicionó! (Entrevista exclusiva primera parte)



Redacción Ay, qué muela




El ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández fue sustituido de su cargo por la ineficiencia con que dirigió la economía del país. Así que nuestra revista se le acercó para entrevistarlo y Gil nos recibió en su lujosa mansión del Vedado, con un pijama de Bob Esponja:

AQM: Buenos días ministro, nos puede contar sobre su labor a cargo de la economía del país. ¿Piensa que tuvo un buen desempeño como ministro?

Gil: ¡Díaz-Canel es un singao! ¡Mira que hacerme eso a mí, a mí, mi hermana a mí, al hombre que he sido contigo! Claudia se perdió por tu culpa! ¡No por mi culpa! P o r ...T u... C u l p a

AQM: Pero ministro ¡Calmese! ¿De que está hablando?

Gil: Si si, perdón, me alteré. Deja tomar un poco de agua.

AQM: Si si vaya, no hay apuro.

Gil: Mire periodista, Díaz-Canel sabía que yo no sabía de economía. Y yo sabía que Raúl también sabía que yo no sabía de economía, ¿Usted me entiende? Así y todo, ellos dos sabiendo que yo no sabía nada de nada, me pusieron en el cargo. Yo sabía que me iba a ir mal en el cargo y Díaz-Canel sabía que me iba a ir mal y no le importó.

AQM: Entonces si ellos sabían que usted no estaba capacitado, ¿Por qué lo pusieron al frente de tamaña responsabilidad y usted por qué aceptó?

Gil: Porque me dijeron que me convertiría en millonario.

AQM: ¿Y se volvió millonario, señor ministro?

Gil: ¡Por supuesto!

AQM:Pero sabe que esa riqueza fue a costa del pueblo cubano verdad?

Gil: No periodista claro que no, soy millonario porque soy un revolucionario comprometido con las ideas de Fidel y un defensor de la revolución socialista.

AQM: Pero su sueldo como ministro de Economía no da para que se vuelva millonario, justo por eso, el dinero que ganó es porque se lo robó al pueblo.

Gil: Robo? Yo no tengo la culpa de que el pueblo cubano no quiera trabajar y producir. A mí la revolución me lo ha dado todo.

AQM: Y la escasez y la inflación que está sufriendo el país entonces? ¿Usted ha visto los agromercados del país?

Gil: No no, yo compro por catálogo, todo lo que pida me llega directo desde Inglaterra, igual que a Miguel.

AQM: ¿Usted me quiere decir que Díaz-Canel tampoco coge los mandados de la bodega?

Gil: Periodista qué pregunta es esa? Ese singao no tiene ni libreta. 

AQM: Que va, me va a dar algo ¿Me puede traer un vaso de agua?

Gil: Mejor un trago de whisky.

AQM: No bebo cuando estoy trabajando.

Gil: Bueno Raúl sí y miralo como está hecho un caballo, que clase hombre ese, singao también, pero hombre a todas.

AQM: ¿Por qué me dice que Raúl es un singao? 

Gil: Porque fue él quién me tronó.

AQM: ¿No fue Canel?

Gil: Asere qué ingenuo eres, ni porque la revolución te enseñó a leer y escribir.

AQM: Tráeme ese trago de whisky hazme el favor.

Gil: Toma. Los Castro siguen mandando en el país a través del consorcio militar GAESA. Solo que diversificaron el poder, pero lo siguen reteniendo. A los Castro de Fidel no les interesa, pero a los Castro de Raúl sí.

AQM: ¿Usted me quiere decir que su tocayo Alejandro es el que lleva el poder? 

Gil: Na, a ese tuerto los ataques sónicos le salieron muy bien y lograron separarse de los Estados Unidos cuando todo iba viento en popa y a toda máquina. Por eso se volvió a meter en su cueva y nadie lo ha visto. Ese no sale más hasta que se muera Raúl. Aunque bueno, hace unas semanas se reunió otra vez con agentes de la CIA. Pero es su sobrino El Cangrejo quien lleva la voz cantante. Ese muchacho está obsesionado con el poder, por eso una vez le sonó la cara a Miguel, no lo soporta. Fue el Cangrejo quién le puso el apodo de singao.

AQM: Coño Gil quedamos en que haríamos una entrevista seria, nada de bromas.

Gil: Fue el Cangrejo quien le puso singao. De hecho en los pasillos del Consejo de Ministros, de la Plaza de la Revolución, la gente también le dice singao a Miguel. 

AQM: ¿Qué me estás contando?

Gil: Date un buche anda.




(Fin de la primera parte)