Por Rodrigo Hernández
En el día de ayer se derritió un glaciar en la Antártida que hizo que los pingüinos que vivían en el glaciar tuvieran que mudarse para otro glaciar menos próspero, hasta que se resolviera su situación de vivienda. Esto hizo que el Estado Cubano frenara la subida de precio de la gasolina.
Esto tiene muy cabreada a la familia de pingüinos que vivía en el glaciar que se derritió, ya que ahora tienen que mudarse otra vez con familia indeseable que ya no quieren ver. Porque la última vez que convivieron juntos en un mismo glaciar terminaron discutiendo y fajados unos con otros por cosas tan simples como que se acabó la pasta o se gastó el agua caliente del baño.
Los pingüinos afectados por el glaciar derretido esperan que su situación sea atendida de inmediato en el Comité de Soluciones de la Antártida, porque pagaron mucho dinero para poder vivir en ese glaciar y ahora que se derrite quieren ese dinero de vuelta. Por suerte el papá pingüino había pagado el seguro así que espera que la situación se arregle pronto.
En cuanto al estado cubano, frenaron el paquetazo y no han hablado más del asunto.