Por Rodrigo Hernández
El influencer Paparazzi Cubano se ha destapado estos días como agente chivato de la Seguridad del Estado, publicando chismes y bretes de miembros del Movimiento San Isidro y también de otros activistas cubanos.
Acciones estas dignas de un diploma y una jaba con pollo y aceite. Pero la gente no sabe como fueron los inicios de Alain para convertirse en el chivatón que es hoy. Resulta que Alain Paparazzi trabajaba en la Habana Vieja como damo de compañía. Él se dedicaba a acompañar turistas sin distinción de sexo y en uno de esos días de trabajo le vendió té de moringa descompuesto a su cliente y este lo denunció.
Cuando llegó a la unidad policial de Dragones la Seguridad del Estado le dijo que podía ser juzgado por atentado sino trabajaba para ellos y por supuesto Paparazzi que nunca a sido un hombre valiente aceptó.
Desde ese entonces se convirtió en chivatón, informando de cada uno de los movimientos en la Habana Vieja que era su zona de trabajo. Hasta que descubrió el programa de Alex Otaola y se convirtió en un gran fan y le sugirió a su jefe hacer un programa igualito al del influencer de Miami y así fue.
Alain se convirtió en el Paparazzi Cubano imitando a Otaola y regando todas las bolas que se le ocurriera a la Seguridad del Estado hasta que decidieron que este viajara a los Estados Unidos para seguir trabajando por la revolución pero disfrutando del capitalismo norteamericano.