Por Rodrigo Hernández
En la mañana de hoy se dio a conocer la noticia de que un piloto cubano de Cubana de Aviación le dijo a su suegra que iba un momento a la esquina a comprar cigarros, pero al cabo de varias horas se dieron cuenta de que el hombre nunca regresó a casa.
El piloto cubano Martínez Machado se marchó de Cuba arriba de un AN-2, un avión de fumigación con matricula 1885 y lo primero que dijo apenas llegó a la Florida, es que con su suegra no iba a vivir ni un día más.
Al parecer el joven cubano tenía problemas en su casa desde que la suegra decidió mudarse de la Habana para Santi Espíritus de donde es oriundo el hombre. Contó a los medios de Miami que la suegra le estaba haciendo la vida un yogurt y estaba perjudicando su matrimonio de años: “Ella siempre estaba criticándolo todo, que si era un inútil, que sino servía ni para votar la basura y que su hija, mi esposa, debió casarse con Jorgito el carnicero que ese si tiene plata.
Cuenta Martínez Machado que estuvo un tiempo viviendo en la Habana junto a su esposa Maribel, pero que era imposible con la suegra y regresó para Santi Espíritus, pero la suegra lo siguió persiguiendo y también se mudó para su casa: “Mira, era imposible loco, que va, no se podía con aquello, hasta me cogió para limpiar uno de mis pulóveres preferidos. Y siempre con el cuento con el Jorgito ese el novio anterior de mi mujer. Ayer mismo lo invitó a la casa, le hizo almuerzo y todo y a mí no me fríe ni un huevo. Para colmo me vendió el café de la bodega. Mira, las lagrimas se me salieron. Y mi esposa pobrecita no puede hacer nada. Así que le dije que iba a comprar cigarros y luego iba a limpiar el patio como ella quería, pero se la hice. Me fui pal trabajo y me monté en el primer avión que vi y salí para acá. Lo único que pido es que por favor no me devuelvan para Cuba, porque a esa mujer no hay quien le aguante la bronca por no haberle limpiado el patio”.