Insólito: Ómnibus cubano se detuvo frente a un edificio porque tenía mucha hambre
Por
Helena Álvarez
La
semana pasada una guagua de la Habana se detuvo a comerse los bajos de un
edificio porque tenía mucha hambre. Sucedió a la vista de todos y por supuesto
de los mismos pasajeros quienes tuvieron compasión y esperaron con paciencia a
que la guagua saciara su apetito.
El
hecho insólito sucedió en el municipio de Diez de Octubre, en medio del horario
pico y delante de todos. Pero es que el ómnibus no podía más. Tenía mucha hambre
y no quería esperar a la hora de su descanso a las tres de la tarde. Además, no
había desayunado nada y salió a trabajar así mismo.
Cuando
iba por la Calzada de Diez de Octubre no pudo más y se detuvo ahí mismo. Se
acercó a un edificio y comenzó a comerse una de sus paredes, con tremenda sabrosura.
Se comió una columna en un segundo y se tiró para otra. La gente se quedó
boquiabierta. Todos bajaron de la guagua viendo aquello y aquí viene lo insólito:
los pasajeros no protestaron.
Nadie dijo nada. Se quedaron mirando con paciencia y comprensión cómo la guagua se comía los bajos de un edificio, que hasta un pedazo de balcón se cayó y la guagua también se comió esos trozos, delante de la gente que entendieron el hambre descomunal que está pasando la guagua porque es la misma hambre que están pasando ellos, así que esperaron con paciencia a que la guagua terminara para seguir el camino.