Confundieron al primer ministro con un puerco y le pincharon la mano para probar un bocado en la Feria del Turismo

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Por Rodrigo Hernández

El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, tuvo que ser atendido en la enfermería del hotel donde se estaba celebrando la Feria del Turismo, porque un extranjero le pinchó la mano con un tenedor creyendo que era una pata de puerco.

“Es que vi la pata de puerco jugosa y con grasa arriba de la mesa que me entraron muchas ganas de probarla”. Declaró el turista consternado hora después de ser liberado ya que, al momento del suceso, le cayeron encima diez agentes de la seguridad del estado y lo molieron a golpe en lo que Manuel Marrero chillaba agarrándose la mano mientras rodaba por el suelo.

Enseguida lo llevaron para la enfermería y luego de un té de moringa, unos marisquitos y una curita, el primer ministro salió como nuevo y regresó a la comelata que esa mesa buffet no se iba a acabar sola.

Sucede que el turista declaró en el interrogatorio, que él es fanático a las patas de puerco, está obsesionado con ellas y por eso siempre viaja a Cuba porque en años anteriores las podía encontrar con facilidad. Algo que ahora no ocurre y eso lo tenía traumatizado:

“Figúrese agente, llevaba cinco días en el hotel y era pollo y pollo y pollo y pollo y pollo otra vez y de buenas a primeras paseando por la mesa buffet que estaba cargada de cosas deliciosas, veo esa pata de puerco ahí, bien rica que se veía y se me hizo la boca agua. Le fui arriba y con un tenedor porque esa pata de puerco era mía, mi preciosa. Le metí el tenedor con ganas ¡Y de buenas a primeras la pata estaba viva! ¡O sea el puerco estaba vivo porque chilló cantidad!”.

Sucede que no era un puerco, era Manuel Marrero que conversaba con un inversor y tenía la mano sobre la mesa para apoyarse. Resultó ser que era la misma mano que su esposa le rompió hace unos días mientras le reclamaba por un hotel que el primer ministro le había prometido.