Por Rodrigo Hernández
El comisionado nacional de beisbol cubano Juan Reinaldo Pérez Pardo tiene una tristeza sin igual, una desolación desmedida, todo porque Cuba no tiene permiso para participar en la Serie del Caribe que se efectúa en República Dominicana en estos momentos. Pero su tristeza no es por los peloteros cubanos, sino porque el dinero que tiene no le alcanza para comprarle una casa a la esposa.
Resulta que Pérez Pardo le prometió una casa a la esposa apenas tomara el puesto de Comisionado nacional de beisbol, pero al parecer todavía no ha podido cumplir con su promesa y ya la esposa está impaciente.
Pérez Pardo creía que la MLB iba a retomar las negociaciones con el INDER para la aceptación de los peloteros cubanos, pero los gusanos han estado protestando por todo el mundo, para que dicho acuerdo no se concrete.
En medio de esa situación política en la que Pérez Pardo ya ha perdido los estribos a causa del estrés, ahora se le suma la bronca de su esposa exigiendo lo que por derecho le fue prometido, una casa nueva.
La esposa de Pérez Pardo dice sentirse muy decepcionada porque ella creía que a estas alturas, ya estaría disfrutando de una casa nueva en Siboney como le prometió su marido pero resulta que no. Que todas las ex mujeres de Pérez Pardo disfrutan de sus casas y ella no. Así que, si su maridito no cumple con lo prometido, se va a divorciar.
Esto último es lo que tiene muy triste al comisionado nacional de beisbol, porque si se divorcia tendría que comprarle una casa a su ex mujer como lo prometió y otra casa a su futura esposa. Algo que sería demasiado, y no solo por crisis, la inflación y el bloqueo, sino porque además la revolución se está cayendo.