El nieto de Fidel Castro, Sandro Castro, no deja de estar en el ojo de la tormenta nunca, y no es porque él sea mala persona, es que no le importa, porque eso fue lo que aprendió del singao de su abuelo, y como nosotros te traemos las noticias que nadie te da, esta vez te contamos sobre la nueva aventura del señorito Castro.
Resulta que Sandro tiene una fábrica clandestina de tequila Xicote en el municipio el Cotorro. Lo supimos porque hoy uno de nuestros reporteros hizo unas fotos del propio Sandro cuando sacaba el material inventado en su laboratorio clandestino TequilasDeMiXicote.SA, empresa que de hecho tiene patentada en Panamá, así que muy ilegal no es.
Al parecer a Sandro le gusta mucho el tequila Xicote y ha decidido hacerlo él mismo porque los viajes a México en el Jet Privado que le dejó su abuelo lo cansan mucho, así que mejor hacer una fábrica y listo.
El problema es que al parecer el material le está saliendo bueno, y entonces, Castro al fin, decidió apropiarse de la marca mexicana y venderlo como si el tequila fuera de su autoría, cosa que está muy mal.
Pues Sandrito lleva un tiempo fabricando clandestinamente en su laboratorio del Cotorro, que al parecer lo hizo en ese lugar porque según se cuenta a él le gusta mucho visitar los barrios pobres y regalar dinero como mismo hacía su abuelo.
Por lo pronto sabemos que Sandro usa el mismo embotellado del tequila original y el mismo nombre, solo que le puso a su bebida clandestina TequilasDeMiXicote.SA para poder registrar su fábrica en otro país, no vaya a ser que los norteamericanos se la sancionen.
La tienda Katapulk es la encargada de trasladar el tequila del Cotorro a hacia el Consejo de Estado, desde donde es distribuido a los miembros de la cúpula castrista, pues a pesar de que el precio de una botella ronda los 2000 dólares aún no está disponible para el resto de los cubanos, ni tan siquiera en los bares del propio Sandro, el EFE bar y el LM bar.