Por Yannay Estrada
De acuerdo con fuentes cercanas al dictador Raúl Castro, la única razón detrás de que durante su mandato fuera aprobado el "Proyecto de la Moringa" directamente por él, se debió a que la palabra moringa terminaba en inga.
Si bien para más de uno esto puede resultar un tanto traído por los pelos, y hasta homofóbico si se quiere, la verdad es que varios de los biógrafos de Raúl afirman que se trata de una fascinación que desde que era muy pequeño tiene el menor de los Castro por las palabras terminadas en esas dos bocales, lo que explica que su primer perro se llamara mandinga, o que durante su juventud, y también durante los primeros años del castrismo, su ropa por lo general fuera confeccionada con la tela conocida como guinga.
Otro ejemplo de esto es el que rescata el conocido intelectual castrista Gorki Águila, ex integrante de la agrupación Porno para Ricardo, en su libro, El Raúl que Todos Amamos, donde se lee que "mientras los otros niños de Birán prefería volar papalotes, ya con 4 años Raúl prefería empinar chiringa. Se lo podía ver todas las tardes corriendo por el patio de la casa con una chiringa bien grande detrás de él, y disfrutarlo como si se tratara del juego más divertido del mundo".
Asimismo otros biógrafos señalan que mientras sus hermanos preferían comer guiso de longaniza, Raúl insistía en que el de él fuera de gandinga, y no paraba de llorar hasta llevarse a la boca un trozo de gandinga bien guisado.
Incluso se afirma que fue desde muy temprano en su infancia cuando decidió cambiar su forma de hablar, y por ejemplo, en lugar de decir jeringuilla, comenzó a usar la palabra jeringa, y así con todas las que pudieran ser sustituidas por una que terminara en inga.
Hasta el momento en ninguna de las numerosas biografías que existen del dictador caribeño se precisa la razón por la cual se hizo adicto a las palabras terminas en inga, lo que sí sabemos es que cuando aprobó el "Proyecto de la Moringa", dijo que, "según mi hermano y varios científicos cubanos, el té de moringa es muy beneficioso para la salud, pero yo, lo que soy yo, no me meto nada en la boca que termine en inga", y lo dijo con una sonrisa que no a pocos hizo dudar de la veracidad de sus palabras.