Por Lewis Balenciaga
Como parte de su política exterior, el régimen de La Habana, fiel a su afán "internacionalista", decidió enviar un avión a Afganistán para contribuir a evacuar a los que desde el aeropuerto de Kabul intentan abandonar el país asiático y obtener asilo en otra región.
Pues de acuerdo con esta decisión, este miércoles aterrizó en el aeropuerto de la capital afgana una aeronave Ilyushin Il-96 de Cubana de Aviación con capacidad para cerca de mil plazas si se tiene en cuenta que el plan de vuelo incluía transportar a todo los pasajeros que pudieran entrar en el avión, sin importar si iban sentados o de pie, incluso en los baños.
A pesar de haber sido este un itinerario bien planeado, en horas se la tarde noche la tripulación informó a la embajada del régimen de los Castro en Kabul, que hasta ese momento ningún afgano había aceptado viajar con ellos, algo que se debe al hecho de que los afganos descubrieron al momento que esa aeronave los iba a llevar para Cuba.
Lo más significativo es, según explicó la tripulación, que algunos que ya habían abordado el avión y ocupado asientos, en cuanto escucharon que el vuelo era para Cuba, recogieron sus maletas y se bajaron corriendo, mientras gritaban a toda voz:
"Para Cuba no, que Cuba está en candela, no hay libertad, ni comida, ni medicamentos, y además, el dictador de ese país, Miguel Díaz-Canel, es un singao, y con esas condiciones no hay quien viva.