Por Rodrigo Hernández
El astro argentino en una decisión repentina que ha dejado a medio mundo traumado, decidió abandonar al Fútbol Club Barcelona.
La noticia se dio a conocer luego de que Messi tuviera un preacuerdo con el club, en el que aceptaría rebajarse el salario, y firmar por al menos cinco temporadas en las que jugaría dos de forma obligatoria.
Así se había pactado en un principio el acuerdo con el jugador, que el 10 de julio pasado saldría campeón de la Copa América 2021, coronándose nada más y nada menos que ante Brasil, en el Maracaná.
Estando de vacaciones el Miami se le acercó un señor mayor que le pidió hacerse una foto con él y le dijo que estaba muy orgulloso de él, y que abandonara al Barcelona, porque ese club es un nido de comunistas.
Messi al principio creyó que era broma, pero el viejito le dejó unos documentos oficiales que cuando los leyó unas horas después, se encontró horrorizado con aquella información.
Resulta que el Club Barcelona fue quien compró los uniformes especiales que usaron las tropas antimotines para reprimir al pueblo cubano en las manifestaciones pacíficas del 11 de julio.
Y no solo eso, también le enviaron armamentos, cascos, escudos, tanques de agua, bombas lacrimógenas y un sinfín de equipos antidisturbios que fueron estrenados contra una población indefensa.
Messi llamó enseguida a la directiva del Club y preguntó sobre la veracidad de los documentos, y cuenta que Laporta, el presidente de la institución, se puso hablarle de los nuevos pastelitos que venderán en las cafeterías del estadio, pero no habló de estas financiaciones al régimen cubano.
Por lo que Messi llamó a su padre, que es su agente también, y dieron a conocer enseguida la noticia de que no iba a continuar más en el Club.
Grande Lio por ponerse de parte del pueblo cubano, y del que ya se conoce, que será presentado el Martes en la emblemática Torre Eiffel, como nuevo jugador del Club francés el PSG.