China envió autos de lujo para regalárselos a los campeones olímpicos cubanos, pero Sandro Castro se quedó con ellos


Por Rodrigo Hernández 

China envió un cargamento de autos de lujo la semana pasada, para regalárselo a cada uno de los campeones olímpicos cubanos que participaron en las olimpiadas de Tokio 2020, pero los autos nunca llegaron a su destino, Sandro Castro se los quedó.

El cargamento, 8 autos en total, llegó el miércoles pasado al puerto del Mariel, y luego serían enviados en trenes de carga para las provincias de cada uno de los campeones olímpicos, pero Sandro es dueño del 15 porciento de las acciones del puerto así que le avisaron del regalo enviado por los chinos y se fue volando para el Mariel.

Cuando abrió los contenedores se quedó fascinado con los autos, cuyos precios superan los 300 000 dólares, y fueron los mismos autos que China les regaló a sus propios campeones de Tokio.

Sandro no lo pensó ni un segundo, y mandó a que montaran los carros en una rastra, y le pagó 100 dólares a cada uno de los trabajadores por el esfuerzo, ya que estaban en su hora de descanso, y se montó en la rastra y se fue.

El personal de la embajada de China en Cuba estando ya preocupados porque ninguno de los 8 autos a llegado a sus respectivos dueños, llamaron al Comité Olímpico Cubano, pero el que respondió la llamada fue el mismo Sandro Castro, y les dijo que no había llegado ningún carro con esas características, que él sabría enseguida si hay autos de lujos en el país, porque esa su especialidad.