Por Charly Menéndez Castillo
Trascendió este miércoles que
en horas de la tarde el presidente puesto a dedo Miguel Díaz-Canel fue
ascendido al grado de general por el propio Raúl Castro en reunión celebrada en
la sala principal del Palacio de la Revolución.
A la cita asistió toda la
plana mayor de las Fuerzas Armadas, los miembros del consejo de ministros, y representantes
del Partido y del Ministerio del Interior.
Durante la hora y media que
duró el encuentro, Miguel Díaz-Canel mantuvo la misma cara de preocupación que
se evidencia en las imágenes que pudimos obtener, a pesar de que cuando le
llegó el turno de hacer uso de la palabra dijo estar muy agradecido y orgullo
de ser merecedor de tan "significativo honor".
Para entrar en contexto
recordemos que desde hace algunos días el pánico se ha apoderado de los
militares del país debido a la muerte de cinco generales con apenas dos o tres
días de diferencia, sin que hasta el momento el régimen haya dado una
explicación, lo que ha llevado a muchos a suponer que se trata de un ajuste de
cuentas.
Al respecto el propio Raúl
Castro señalo que "para que vean que los rumores de la contrarrevolución
de que estamos matando a nuestros generales son mentira, hemos decidido
ascender en el día de hoy al compañero Miguel Díaz-Canel al grado de general,
como prueba de que todo está bien el país y que las cinco muertes ocurridas no
tienen nada que ver con nosotros".
Asimismo dijo que "si
se tratara de un plan ideado por la revolución para eliminar a los generales,
el compañero Canel no se prestaría para ser ascendido, y nosotros tampoco lo
permitiríamos, pues su trabajo al frente del país es fundamental para cada uno
de nosotros, y con nosotros me estoy refiriendo al pueblo, aunque a veces creo
que el pueblo no se merece el sacrificio que él hace, y aquí cuando digo pueblo
no me estoy refiriendo a nosotros, porque nosotros sí somos agradecido, como lo
demuestra el compañero Canel aceptando ser ascendido a general".
Debemos aclarar que la reunión se demoró una hora y media porque en tres ocasiones tuvo que ser interrumpida debido a que el presidente puesto comenzó a sentirse mal del estómago, y si no sale corriendo para el baño, hubiese tenido que cambiarse los pantalones.