Por Armando Hacha
El 15 de diciembre pasado aterrizó en Honduras un cargamento de 12000 libras en alimentos e insumos médicos procedente de La Habana. El país centroamericano fue uno de los que más se vio afectado por las inundaciones ocasionadas tras el paso de las tormentas Eta y Iota.
La noticia de la colaboración entre naciones tras el paso de fenómenos naturales por territorios devastados no es nueva, en cambio, sorprende que haya sido Cuba el país que envió semejante cantidad de “ayuda” para los catrachos en medio de una crisis alimentaria y sociopolítica sin precedentes en más 60 años.
No obstante, el asombro no queda en la incredulidad de los cubanos al saber la noticia, por redes sociales, de tan “altruista gesto” de su gobierno -llama la atención que ningún medio de comunicación de la dictadura lo haya mencionado aun-, sino que además, un funcionario de Aduana del puerto del Mariel, donde está retenida la ayuda humanitaria que envió el exilio cubano desde los EE.UU. hace más de 6 meses para 15000 familias, aseguró para Ay, que muela! que de esa ayuda de la diáspora no queda ni rastro.
“Cuba forma parte del Consejo de los Derechos Humanos en la ONU, tiene que dar siempre la mejor imagen, la gente del frente nos tiene puesto el dedo con lo de los derechos. Aquí se aguantaron y a la primera oportunidad que se dio para demostrar el poder de la revolución, cogieron prácticamente toda la comida y medicamentos que envió la gusanera de Miami que estaba retenida en el Mariel y la transformaron en su ayuda humanitaria. Así es de grande este país, da lo que no tiene por el bienestar de otros”, afirmó el funcionario.