Activistas cubanos piden sea cambiado el Himno Nacional por canción “La otra orilla”, de Frank Delgado

 

Por Geometro Fumero

La plataforma online Change.org se ha convertido en los últimos meses para los cubanos en un medio alternativo para clamar por sus derechos, recoger firmas solicitando sea derogada alguna ley o para exigir la liberación de presos políticos.

En esta ocasión miembros de la sociedad civil cubana han ido un paso más allá y han lanzado una nueva convocatoria: un referéndum para que el himno nacional de Cuba sea sustituido por una obra musical más acorde a nuestros tiempos.

Se trata de la canción “La otra orilla”, del reconocido trovador cubano Frank Delgado.

La moción, presentada hace unas 20 horas y a la que se han sumado con sus firmas más de diez mil cubanos residentes o no en el país, hace constar lo siguiente:

“Tomando en cuenta que el gobierno y estado cubano hace caso omiso a las peticiones de su pueblo, el que por demás no ha sido escuchado nunca en las seis décadas de proceso revolucionario, y que ha decidido enfrentar a la dictadura de todas las maneras pacíficas posibles, solicita, bajo el auspicio del llamado a todos los cubanos que se sientan identificados con esta petición, sea cambiado nuestro himno nacional, un himno de combate bajo el que lucharon nuestros mambises, por una obra musical de alto calibre político, social y económico, una pieza que describe los últimos 60 años de historia, triste historia del pueblo cubano

“Se trata de 'La otra orilla', canción conocidísima del cantautor Frank Delgado y que narra en poco más de siete minutos las conquistas que nunca fueron, el actual llamado del régimen a los que una vez fueron nombrados 'gusanos' y ahora pretende el sistema sean los salvadores de la debacle comunista”.

El texto refiere que siendo una obra extensa, sean cantadas las siguientes dos estrofas:

Aun continúa el flujo a la otra orilla

En vuelos regulares y balseros

Y sé que volverán sin amnistía

Porque necesitamos su dinero (o su consuelo, yo no sé)

 

Se hospedarán en hoteles lujosos

Y pagarán con su moneda fuerte

Y aquellos que le gritamos escorias (como yo)

Tendremos que tragarnos el nombrete (no digo yo)

Hasta el momento, el autor de la obra no ha emitido ningún criterio al respecto, aunque Ay, qué muela! tiene apostado un colaborador en algún punto cercano a su domicilio esperando la primera oportunidad para abordarlo.