La verdad detrás de la vacuna rusa recibida por Venezuela



Por Malpa López

Venezuela recibió hoy un lote de 2000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V para combatir el Coronavirus, convirtiéndose en el primer país del hemisferio occidental que participará en la fase 3 del desarrollo del fármaco.

Sin embargo, ahora la noticia cobra más relevancia debido a unas declaraciones extraoficiales que realizó un reconocido funcionario del Partido Comunista de Cuba y miembro de la comunidad científica de la Isla para este medio.

“Nosotros fuimos el destino inicial del lote -señaló el científico que prefirió el anonimato-, pero decidimos como acto de hermandad, donarlo al combativo pueblo venezolano de forma desinteresada”, aclaró esto último con una risa irónica. 

Cumpliendo el mandato del régimen de La Habana, el pasado 30 de agosto el dictador Nicolás Maduro confirmó que Venezuela se incorporaría a los ensayos de la vacuna y que cuando llegaran al país comenzarían las pruebas de inmediato.

“Ya eso estaba hablado con Maduro. Los rusos nos ofrecieron esa posibilidad, pero sabemos la crisis que ha desatado la pandemia en la patria de Chávez. ¿Quién mejor que nosotros para dar el paso al frente y ayudarlos a que resuelvan su problema?”, afirmó el funcionario en lo que pareció un alarde de internacionalismo proletario.

La vacuna Sputnik V ha sido recibida con desconfianza por la comunidad científica internacional, en parte por la poca información sobre el fármaco y velocidad de los ensayos a los que ha sido sometido, además de que corren rumores de que causa deformaciones congénitas como el crecimiento de las orejas y el surgimiento de una pequeña cola enroscada similar a la de los cerdos, hechos estos no comprobados, pero de los que no se tiene ninguna duda.

“Los tres países somos aliados estratégicos, Rusia nos ayuda a nosotros y nosotros mandamos en Venezuela”, manifestó finalmente el especialista, para inmediatamente después corregir su supuesto error: nosotros ayudamos a Venezuela.