Este
17 de septiembre en rueda de prensa en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el
presidente designado Miguel Díaz-Canel, desmintió que Raúl Guillermo Rodríguez
Castro, más conocido como El Cangrejo, le hubiera propinado el pasado fin de
semana un piñazo por un ojo.
"La gusanera de Miami ya no sabe qué hacer. Se la pasan inventando historia y cuentos de caminos que ni un niño se los cree", señaló el dirigente comunista mientras gotas de sudor le corrían el maquillaje de su ojo derecho, pudiéndose apreciar una aureola violácea alrededor de este.
Los
rumores refieren que el encontronazo fue provocado por el propio Díaz-Canel,
quien se refirió a Raúl como La China, como cariñosamente el pueblo llama al
menor de los Castro.
Recordemos
que El Cangrejo, además de ser el jefe de la seguridad de Raúl, es su nieto, razones
de sobra para salir en su defensa, pues aunque sobran las evidencias de los romances
del ex presidente con bailarines, actores, militares y amigos de la familia,
ese siempre ha sido un tema polémico, debido principalmente al alto grado de homofobia
institucional que implantó el fallecido dictador Fidel Casto.
"Esos
mismos gusanos fueron los que a inicio del año pasado intentaron sembrar la matriz
de que el pueblo me había hecho correr en el municipio Regla", apuntó el
presidente puesto a dedo y agregó: ¡Tienen que parar!
Luego
de estas declaraciones el administrador del régimen de los Castro se retiró de
la sala de prensa rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad.