Por
Helena Álvarez
Sandro
Castro mandó a hacer un club de fans de su persona para darse apoyo
psicoterapeuta y psiquiátrico, ya que está sufriendo un gran duelo y todos los
días amanece llorando por la pérdida que ha sufrido.
El
nieto favorito de Fidel Castro y de Dalia Soto del Valle está en medio de una
crisis existencial por lo que mandó a sus amigos a que hicieran el club de fan
para que le rindan pleitesía y poder levantarle los ánimos ya que el muchacho
está que no sirve para nada. Algo que incluso está afectando su relación
personal con la joven Daniela ya que aquello no se le para. Por lo que el club
de fan ha sido una gran iniciativa para masajearle el ego al hombre más vago de
Cuba. Es que la autoestima del hombre se ha visto afectada por la pérdida que
sufrió. Algo que no esperaba y que lo ha tenido llorando mientras desde el club
de fans le pintan monerías para que Sandrito se anime.
Algo
que se ve sumamente difícil dada la perdida que tuvo mientras iba camino a
Varadero en medio del incendio en los tanques de combustibles de Matanzas.
Resulta
que hombre iba manejando su Mercedes-Benz y se le cayó su peluche preferido. Y
a pesar de los esfuerzos de los agentes de la Seguridad del Estado, el club de
fans y Daniela, el peluche de Sandro no apareció. Algo que le ha partido el
corazón ya que ese muñeco era un regalo que le trajo su abuelo desde Paris, la
ciudad favorita de Sandro y con la que sueña visitar todos los días. Desde
entonces Sandro anda cabizbajo, compungido y meditabundo porque ese oso de
peluche era su vida. Era el escondite secreto donde guardaba su tarjeta Visa
dorada con más de 5 000 000 de dólares y eso lo trae desquiciado.