Por
Helena Álvarez
La
dictadura cubana ya no quiere más socialismo y la mejor manera que ha
encontrado para salir de ese sistema es vendiendo el país. El problema está en
que los inversores extranjeros no quieren venir porque los Castro "los han
cogido para eso" demasiadas veces.
Luego
de los últimos acontecimientos ocurridos en el país, en los que se ha visto la
ineficacia de los dirigentes y sobre todo la incompetencia para resolver los
problemas, el Buró Político presidido por el dictador Díaz-Canel ha decidido
dar el paso adelante para acabar de vender la isla, "porque esta mierda se
jodió". Así que han ideado un plan para ir vendiendo primero los Cayos,
Varadero, Guardalavaca, Trinidad, Viñales, los complejos hoteles y luego los
grandes hoteles de La Habana. Y para que los inversores extranjeros vean que la
dictadura no quiere más socialismo y va en serio, tirarán en el mar la piedra
donde están las cenizas de Fidel Castro, venderán la isla de la juventud a los
Estados Unidos y darán a conocer la fórmula secreta de las croquetas explosivas
de Prodal. Todo esto como un acto de buena voluntad.
También
han dejado claro que Bahía de Cochinos será entregada a los gusanos de Miami
para hacerle un monumento y un parque temático a la brigada 2507 que peleó sola
valerosamente contra el ejército rebelde porque Kennedy se acobardó.
Para
finalizar algunos inversores extranjeros han preguntado qué pasará con las
propiedades de la familia de los Castro y sobre todo con Cayo Saetia, que se ve
delicioso para que los cubanos la pasen bien rico, pero la dictadura por ahora
no ha respondido y deja en visto todos los mensajes que le llegan preguntando
por el Cayo. Al parecer los condenados están prendidos y no lo quieren soltar.