Miguel Díaz-Canel no ha podido renunciar porque nadie quiere hacerse responsable de su cargo como presidente de Cuba



Si bien ya les hemos traído la noticia en exclusiva de que el régimen cubano quiere dejarlo todo y acabar de irse de una vez, ahora hay que sumarle a eso que el dictador Miguel Díaz-Canel Bermúdez quiere dejar su cargo, pero nadie quiere ser presidente de Cuba.

Supimos por fuentes cercanas que Miguel Díaz-Canel ya se obstinó, no da más, ya está como el "buey cansa'o". Ya quiere dejar la presidencia de Cuba porque no le da la cuenta. 

El pueblo cubano le perdió el respeto y el "Díaz-Canel singao" se lo dicen hasta los niños que juegan en el parque. Así que ya quiere dejar el puesto, pero nadie lo quiere reemplazar. 

Según se comenta en el Comité Central, el país está muy caliente y hay tremenda hambre y los cubanos andan sublevados. Cansados ya de la dictadura. Por eso nadie quiere coger el cargo de presidente, nadie quiere que le digan singao.

Nuestras fuentes cercanas a las cúpulas castristas, dígase una de las cocineras de la Plaza de la Revolución, nos comenta que por los pasillos nadie habla, y que cada vez que se oye la fecha del 15 de noviembre la gente abre los ojos asustada.

"Todos lo hacen, menos el espía Gerardo Hernández", nos comenta esta cocinera.

El hombre dice que sí, que él está listo para el cargo de presidente de Cuba. Dice que quiere ser el nuevo dictador, pero que va a esperar a ver qué pasa el 15 de noviembre, "porque no quiere que lo coja a él esa candela".

Por ahora nuestra fuente dice que Díaz-Canel está a golpe de Captopril, y que Gerardo ya empieza frases con: Cuando yo sea presidente…

Lo curioso de todo, es que a la gente el espía no les cae muy bien. No confían en él. Y cada vez que está cerca, recogen sus teléfonos y cierran los ordenadores, "por si las moscas".